XXXIII


XXXIIIa



XXXIIIb



XXXIIIc



XXXIIId



XXXIIIe



XXXIIIf

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XXXIIb



XXXIIc



XXXIId



XXXIIe


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Ver es desaparecer y hacer desaparecer, disolución del sujeto de la experiencia y desintegración del motivo. Detrás del telón de fondo, mientras la función se representa, la imagen resplandece como el punto de volatilización del sujeto y el objeto, eclipse en el punto de intersección de lo personal y lo material, conjunción de los astros donde el quién y el qué desaparecen para convertirse en otra cosa, fulgor momentáneo. Ahora son de forma irreversible otros. Si el lugar como motivo desaparece como por arte de magia, ha desaparecido, se esfuma y desvanece, es porque se ha ido a otra parte y es otro lugar. La tarea de la imagen es volver irreconocibles las cosas, borrarlas del mapa, socavar el principio de reconocimiento en todos los ámbitos, elevar el no-reconocimiento, la ausencia de generalidad, a virtud. ES y parece otra cosa; es y parece diferente. Luego es singular. Es real. Ver es ver diferente, es pasar al otro lado, la dimensión desconocida, visible pero secreta, el lado menos obvio de cosas y seres, no sujeto a categorías, que a menudo pasa desapercibido.