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La CABEZA es el lugar de unión y escisión perpetuas de la imagen y el pensamiento, deriva de las analíticas visuales y las síntesis ideales, zona de encabalgamiento, superposición y aposición que invalida, para todas las veces, la cuestión de cuál es el producto original y cuál el sucedáneo. La única conciencia viable es una cabeza sustituida, multicefálica, llena de protuberancias, inflamaciones e invaginaciones. La operación, el operador y el operando son una sola y misma CABEZA DE CABEZAS, serie de sustituciones, suplencias interminables, que nunca se repiten igual, que sólo son iguales ante la diferencia. La única regla del juego capital es suplir la imagen con el pensamiento, y los pensamientos con imágenes, hasta llegar al final para volver a empezar por el principio, cúmulo de sucedáneos que nunca alcanzan la categoría de suceso, ni la trascendencia de la pena capital, la hoja de la guillotina golpea en el aire.